Por: Adriana Méndez.
Recopilando reflexiones de compatriotas y de no tan patriotas, revisando y analizando desde cada uno de los diferentes puntos de vista y en el mio propio, emito la siguiente opinión.
Entre todos podemos facilitar herramientas al presidente Nicolás Maduro, por la cual logre construir junto a su equipo de gobierno una posible solución, a la situación por la que hoy, está atravesando nuestro país.
Que si los precios acordados, que nunca se acordaron por una u otra cosa, que si la liberación de los precios, si ya, hace mucho tiempo que se liberaron,
Que si dolar today se nos fué de las manos, que si un kg de carne supera el valor del sueldo mínimo, que si los infiltrados dentro de la revolución, que si los que se fueron y los que se quedaron, que si los corruptos y los que callamos, pero más allá de todo eso, que podemos hacer?
Brindemos alternativas al presidente, nosotros los venezolanos hemos demostrado que somos capaz de llevar un bocado de comida a nuestros hermanos en las comunidades, he ahi donde hay que radicar el punto, mi petición al presidente es, más dedicación y fortalecimiento para los CLAPS, que se ataque donde se tenga que atacar y se solvente donde se tenga que solventar.
Todo tiene su pro y su contra, todo tiene su principio y su fin.
Esto ya se convirtió en una gran cadena, un poco dificil de desenrredar, pero como siempre lo hemos dicho, no hay mal que dure mil años ni cuerpo que lo resista y con el esfuerzo de todos vamos a enrrumbar nuestro país.
Porque tarda tanto tiempo en llegar los alimentos a las comunidades?
Porque continúa llegando alimentos en algunos establecimientos comerciales?
Mi propuesta es una posible alternativa , no significa que sea la solución definitiva, sino una respuesta inmediata para poder responder y alcanzar al pueblo los alimentos que es lo más urgente y necesario en estos momentos, mientras se estabiliza la situación y los enemigos algún día bajen la guardia y cese la guerra por la que atraviesa la nación.
Adriana Méndez
Forocandanga Anzoategui
martes, 24 de julio de 2018
jueves, 13 de julio de 2017
Centros de Votación habilitados simulacro 16 de julio Anzoátegui
Municipio Anaco parroquia Anaco Unidad Educativa (UE) Narciso Fragachan
Parroquia San Joaquín UE Pedro Antonio Medina
Municipio Aragua de Barcelona
Colegio Domingo Guzmán Bastardo.
Municipio Simón Bolívar
Parroquia el Carmen Liceo Monseñor Navarro Escuela Nacional Primaria Doctor José María Vargas
Parroquia San Cristóbal Escuela Tomás Alfaro Calatrava
Municipio Bruzual Sabana de Uchire
Municipio Libertad Parroquia San Mateo
UE Félix Armando Núñez.
Municipio Miranda Parroquia Pariaguán
Grupo Escolar Nicanor Bolet Peraza
San Diego de Cabrutica Liceo Bolivariano
Municipio Peñalver Unidad Educativa Nacional Cayaurima
Municipio Simón Rodríguez
Parroquia El Tigre Escuela Meneven
Municipio Sotillo
Grupo Escolar Antonio José Sotillo
Grupo Escolar Teodoro Quijada Wettel
GE Paraíso
Municipio Guanipa
Grupo Escolar San José Cova Maza
Municipio Guanta
Liceo Bolivariano Manuel Reyes Bravo
Municipio Píritu
Liceo Bolivariano RollisonHerrera
Edificio de la Fundación para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología (Fundacite) servirá como centro de votación para los habitantes de Lechería
Municipio McGregor
U.E. Augusto d'Aubeterre Municipio Boca de Uchire
Escuela Básica Tomás Ignacio Potentini.
Son 112 mesas, 27 centros de votación
En los 21 municipios del estado las Plazas Bolívar van a ser centros de apoyo de logística y movilización
Son 244 candidatos
Parroquia San Joaquín UE Pedro Antonio Medina
Municipio Aragua de Barcelona
Colegio Domingo Guzmán Bastardo.
Municipio Simón Bolívar
Parroquia el Carmen Liceo Monseñor Navarro Escuela Nacional Primaria Doctor José María Vargas
Parroquia San Cristóbal Escuela Tomás Alfaro Calatrava
Municipio Bruzual Sabana de Uchire
Municipio Libertad Parroquia San Mateo
UE Félix Armando Núñez.
Municipio Miranda Parroquia Pariaguán
Grupo Escolar Nicanor Bolet Peraza
San Diego de Cabrutica Liceo Bolivariano
Municipio Peñalver Unidad Educativa Nacional Cayaurima
Municipio Simón Rodríguez
Parroquia El Tigre Escuela Meneven
Municipio Sotillo
Grupo Escolar Antonio José Sotillo
Grupo Escolar Teodoro Quijada Wettel
GE Paraíso
Municipio Guanipa
Grupo Escolar San José Cova Maza
Municipio Guanta
Liceo Bolivariano Manuel Reyes Bravo
Municipio Píritu
Liceo Bolivariano RollisonHerrera
Edificio de la Fundación para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología (Fundacite) servirá como centro de votación para los habitantes de Lechería
Municipio McGregor
U.E. Augusto d'Aubeterre Municipio Boca de Uchire
Escuela Básica Tomás Ignacio Potentini.
Son 112 mesas, 27 centros de votación
En los 21 municipios del estado las Plazas Bolívar van a ser centros de apoyo de logística y movilización
Son 244 candidatos
miércoles, 21 de junio de 2017
Nos cepillamos hasta con jabón azul.
Yo
no se, para muchas cosas soy mala memoria pero para otras no!
Esos vagos recuerdos que pasan por mi mente no los puedo olvidar!
Ahora cuando nos pueda faltar algunos productos o articulos personales o mas aun los propios alimentos mi mente se traslada a cuando en algunos tiempos de mi vida tambien en ausencia de esos mismos productos muchos de nosotros pudimos resolver, ahora resulta que muchos de los que pasamos por esto sus mentes se borró, que pasó como sucedió?
Voy a recordar algunas cositas para que las comparemos al tiempo de hoy, recuerdo cuando niña que en mi casa una vez que es la que mas recuerdo que como el dinero no alcanzaba hasta el fin de mes no podíamos comprar crema dental y vi como alguien muy cercano resolvia con jabon panela ese que es azul para lavar y pasaba su cepillo dental por encima para poderse cepillar, no deciamos nada, nadie decía que esto era culpa del gobierno, todo era un silencio, lo recuerdo.
Otro de esos momentos resaltante que recuerdo fue como en el 1978 por ahí creo que fue cuando se desapareció la famosa "harina pan" ya nos habían acostumbrado a este producto y bueno pues, la gente andaba desesperada, decían ya no vuelve la "harina pan" uno por ahí buscaba donde poderla conseguir por saco para poderla almacenar decían viene una explosión al país debemos tener reserva por lo que viene, recuerdo clarito que la famosa harina apareció pero con un precio que a muchos se les hacia imposible pagar, vino a 50 céntimos recuerdo, como a la semana a real y medio y después a 1,50 bs eso recuerdo, todos esos aumentos recuerdo en menos de un mes, nadie le echó la culpa al gobierno el pueblo estaba claro, fue a los empresarios a quienes atañaron el caso, muchos decían no les importa el hambre del pueblo solo buscaban aumentar sus productos.
Otro vago recuerdo y creo que el ultimo de la 4ta República fue parecido, el sueldo no llegaba a fin de mes y a mi parecer algunos del gobierno sabia por el hambre que estaba pasando el pueblo y empezaron a distribuir un alimentos a las madres para sus hijos, recuerdo en esos módulos asistenciales, uno o dos por niños y con eso es que muchos podían sobrevivir, ahora como cosa extraña nadie recuerda esto! Ahora como cosa extraña nadie recuerda que nadie decía nada, el pueblo sufriendo y nadie decía porque eramos tan conformistas!?
Adriana Méndez.
martes, 21 de marzo de 2017
Como nació Twitter?
A
los quince años, Jack Dorsey, uno de los fundadores de Twitter
estaba obsesionado por entender como funcionaban las ciudades.
Le llamaba mucho la atención el diálogo entre los taxistas, y los
relatos que hacían sobre los lugares por donde pasaban. Cuando llegó
a los 20 años, se dio cuenta que sabía que hacían los bomberos,
los enfermeros, la policías, todo, menos lo que hacían sus amigos.
En
2006 creo
una herramienta interna en su empresa,
que decidió compartir con el mundo.
Surge
la idea del software.
La idea nació en 1992, inspirada en el software de rastreo de los taxistas. Si los profesionales se beneficiaban con esta aplicación porque no el resto de las personas, pensaba Dorsey. Pasó el tiempo y finalmente fue posible concretar el proyecto en 2006 cuando convenció a Evam Willians, creador del Blogger, a apostar en el desarrollo.
Pocas palabras.
Jack, de pocas palabras, dice que "con pocos caracteres las personas son más espontáneas, más instantáneas. La idea es minimizar los pensamientos."
La idea nació en 1992, inspirada en el software de rastreo de los taxistas. Si los profesionales se beneficiaban con esta aplicación porque no el resto de las personas, pensaba Dorsey. Pasó el tiempo y finalmente fue posible concretar el proyecto en 2006 cuando convenció a Evam Willians, creador del Blogger, a apostar en el desarrollo.
Pocas palabras.
Jack, de pocas palabras, dice que "con pocos caracteres las personas son más espontáneas, más instantáneas. La idea es minimizar los pensamientos."
Otra
razón por la que tardó casi 15 años en lanzarlo es que con el
celular, actualmente todo podemos estar informados sobre la ubicación
y actividad de las personas que les interesan. "Twitter
fue creado para el teléfono móvil. Fue por eso que se estrenó en
2006, ya que anteriormente no había la tecnología necesaria para
ello"
Red
social.
A
pesar de ser una red
social,
Twitter
es
un lugar de autopublicacion donde personas colocan links, hablan de
sus proyectos, difunden noticias. "No
hay reglas. Algunos hablan sobre la vida o postean links; otros
'twittean' sobre las vacaciones. Es un servicio que está
definiéndose. La tecnología es nueva. Todos los días las personas
encuentran nuevas utilidades.",
complementa Dorsey.
El
Twitter fue plataforma de la campaña de Barack Obama. Sirvió de
ayuda para los relatos de ataques como lo que sucedió en Mumbai en
2008, o el terremoto que sacudió a Sao Paulo.
Conclusión.
Existe
mucha
gente que esta conociendo,
y que se ven interesadas en este tipo de red social. Es importante
resaltar que una oportunidad puede estar a tu alcance todos los días,
y solo basta con tener una mirada actualizada sobre los
acontecimientos, los comportamientos de las personas y sus
necesidades.
jueves, 16 de marzo de 2017
Renny Ottolina - El tiempo no borra tu huella.
El 16 de Marzo de 1978, hace 39 años, murió el famoso presentador de televisión Renny Ottolina, el “Número Uno” de la pantalla chica venezolana, en un extraño y hasta hoy no explicado “accidente” de aviación, en el Guaraira Repano, en Caracas.
"Renny Ottolina", fue un narrador, animador de programas de televisión y radio, publicista, corredor de autos de carrera y político venezolano, que había nacido en Valencia, estado Carabobo, el 11 de Diciembre de 1928. Su verdadero nombre era Reinaldo José Ottolina Pinto. Hijo de Francisco Ottolina y Ana Mercedes Pinto.
Su intención de lanzarse a la presidencia de la República arroja una sombra no resuelta sobre su muerte atribuida por muchos y muchas a una acción de los grupos de Acción Democrática de Carlos Andrés Pérez, de cuyo gobierno se había convertido en el más acérrimo crítico en todos sus programas de radio y televisión.
Se inició en la radiodifusión en 1945 en Radio Caracas Radio; luego trabajaría para Radio Continente y Radiodifusora Venezuela .Paralelamente a su labor en la radio, trabajó en Bolívar Films, donde escribió y narró noticiarios y documentales. En 1954, se convirtió en uno de los pioneros de la televisión venezolana en Televisa, primera estación de televisión comercial del país.
Al año siguiente ingresó en Radio Caracas Televisión (RCTV), donde animó un programa diario. En 1958 comenzó en la misma planta de televisión su "Show de Renny". En RCTV tuvo también varios programas regulares, Tómelo o déjelo, "Viaje melódico",.¿Cuál es su profesión?", "El Farol TV", "Mi trabajo y yo, "Conciertos Firestone", -Venezuela mira su futuro, entre otros.
Durante la década de 1960, sus programas "Show de Renny" y "Renny presenta" fueron retransmitidos en varios países latinoamericanos. Traicionado por el grupo 1BC (RCTV) terminó sus programas en VTV desde donde comenzó una intensa actividad política muy crítica con el gobierno de Carlos Andrés Pérez.
Para 1977 organizó su propio movimiento político electoral llamado el Movimiento de Integridad Nacional (MIN) con miras a las elecciones de 1978. Durante su campaña, Renny solía leer pensamientos de Simón Bolívar y los desglosaba para dar a conocer los ideales del Padre de la Patria de Venezuela. Utilizaba constantemente la televisión para crear conciencia para cuidar al país y amar los ideales del Libertador.
El 16 de marzo de 1978, mientras se dirigía a un acto de pre-campaña presidencial, falleció trágicamente Renny Ottolina. Faltaban apenas dos semanas para su proclamación oficial como candidato en las elecciones de diciembre.
La avioneta Cessna piloteada por el abogado y piloto aéreo Carlos Olavarría y en donde viajaban además el periodista Ciro Medina, Luis Duque y César Oropeza, se estrelló en el pico Naiguatá. En el incidente murieron todos los ocupantes de la misma.
“Renny fue un hombre adelantado a su época porque mezclaba una gran creatividad como productor, gran cultura general y un timbre de voz y dicción privilegiados”, dijo el productor radial zuliano León Magno Montiel.
Renny Ottolina - El tiempo no borra tu huella.
sábado, 11 de febrero de 2017
#EfemeridesTecnopolitica El 12 de febrero celebramos el Día de la Juventud
Javier Vílchez
Se celebra el Día de la Juventud en Venezuela, en conmemoración a la Batalla de La Victoria, ganada en 1814 por José Félix Ribas con jóvenes del Seminario y de la Universidad de Caracas. El 10 de febrero de 1947, la Asamblea Constituyente Decreta celebrar el 12 de febrero el Día de la Juventud. El acto central se realiza en la ciudad de La Victoria, en la plaza principal que lleva el nombre del héroe José Félix Ribas y donde existe el grupo escultórico integrado por él y varios jóvenes que reciben instrucciones sobre el manejo del fusil.
Este monumento lo decretó el Presidente Andueza Palacio, pero se vino a erigir durante el gobierno de Joaquín Crespo, inaugurándose el 13 de febrero de 1895. El escultor fue Eloy Palacios. La historia registra como ese día un puñado de universitarios y seminaristas, al mando de José Félix Ribas y Campo Elías se cubrieron de gloria al derrotar en La Victoria a Boves y Morales el 12 de febrero de 1814. Después de haber dejado bien protegida a Caracas mediante la construcción de una «ciudadela» formada por 25 manzanas en tomo a la Plaza Mayor, Ribas reúne un puñado de jóvenes inexpertos en el uso del fusil, armados con el coraje que inspira la defensa de la patria y con ellos, los soldados que no pasan de 1.500, marcha a La Victoria a enfrentarse a las tropas Realistas, que tienen unos 2.500 hombres.
La batalla comenzó antes de las 8 de la mañana y a las cinco de la tarde aún no se había decidido por ningún bando. Finalmente, cuando ya empieza a oscurecer y los patriotas están más comprometidos resistiendo los ataques de Morales, aparece Vicente Campo Elías con un valioso refuerzo de 220 soldados, lo cual fue suficiente para que con el empuje de Mariano Montilla, Cedeño, los hermanos Padrón, Campo Elías y el propio Ribas, se obtuviera el espléndido triunfo de La Victoria.
Unos cien patriotas murieron, entre ellos el Coronel Rivas Dávila. La de La Victoria fue una batalla que, si se atiende a la enorme diferencia numérica, era imposible que ganaran los patriotas; sin embargo, el coraje, el encendido patriotismo de Ribas, «airado e imponente como el ángel terrible de Exequias», así como el oportuno auxilio de Campo Elías, lograron el milagro, el triunfo de la juventud que heroicamente se inmoló en esa batalla impide el intento realista de cortar las comunicaciones entre Caracas y Valencia. Como estímulo a esos jóvenes, el Libertador otorgó al hijo de José Félix Ribas, el título de Capitán vivo y efectivo de Infantería de Línea, con el goce de sueldo de tal desde hoy, y con la antigüedad del día en que empezare a hacer el servicio. Lo admirable es que el Capitán Ribas Palacios apenas tenía tres años de edad. Ese mismo día, el Libertador, que estaba en Valencia, en una emocionada proclama, titulaba a José Félix Ribas “El Vencedor de los Tiranos en La Victoria.
lunes, 23 de enero de 2017
Fabricio Ojeda, revolucionario venezolano, vilmente asesinado en los calabozos del Sifa, policía política durante el gobierno de Raúl Leoni (AD), el 21 de junio de 1966.
Conocido en el FALN como el Comandante “Roberto”, nació el 6 de febrero en 1929 en Boconó, (Trujillo). Reportero desde los tiempos del régimen de Marcos Pérez Jiménez. Fue Jefe de la “Junta Patriótica” en la clandestinidad, organización que derrocó la dictadura Perezjimenista el 23 de enero de 1958. Militante fundador de Unión Republicana Democrática (URD). Ingresa al Congreso como Diputado de URD en 1958, solidarizándose con el triunfo de la Revolución Cubana.
El 30 de junio de 1962 renuncia al Congreso y marcha a los Andes a organizar un Frente Guerrillero de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN).
Caracas, 30 de junio de 1962.
Señores
Presidente, Vicepresidente y demás
miembros de la Cámara de Diputados
Palacio Legislativo
Caracas.
Distinguidos colegas:
En el primer aniversario de la suspensión de las garantías Constitucionales, un grupo de estudiantes de la Universidad Central y yo, hicimos una promesa de extraordinaria significación. Estábamos en el Cementerio General del Sur, frente a la tumba de Alberto Rudas Mezzone – uno de los tantos jóvenes caídos en la lucha por la libertad -, allí levantamos las manos y las voces y juramos: que el sacrificio de nuestros mártires no sería en vano. Juramos continuar sus pasos y cumplir su obra, para que la sangre derramada retoñase en nueva vida para el pueblo.
Y desde entonces comenzamos a prepararnos para el cumplimiento irrenunciable. Con este objetivo, redimir al pueblo haciendo honor al sacrificio de sus mártires, hemos trabajado sin descanso, hemos luchado sin cesar. Ahora a mí, solo me queda, como decía un insigne pensador latinoamericano, “cambiar la comodidad por la miasma fétida del campamento, y los goces suavísimos de la familia por los azares de la guerra, y el calor del hogar por el frío del bosque y el cieno del pantano, y la vida muelle y segura por la vida nómada y perseguida y hambrienta y llagada y enferma y desnuda”.
Es por ello, colegas Diputados, que vengo ante ustedes a expresar la decisión de dejar el Parlamento – este recinto que pisé por voluntad del glorioso pueblo caraqueño, hoy oprimido y humillado -, para subir a las montañas e incorporarme a los compañeros que ya han iniciado el combate y con ellos continuar la lucha revolucionaria para la liberación de Venezuela, para el bienestar futuro del pueblo, para la redención de los humildes.
Estoy consciente de lo que esta decisión implica, de los riesgos, peligros y sacrificios que ella conlleva; pero no otro puede ser el camino de un revolucionario verdadero. Venezuela – lo sabemos y los sentimos todos -, necesita un cambio a fondo para recobrar su perfil de nación soberana, recuperar los medios de riqueza hoy en manos del capital extranjero y convertirlos en instrumento de progreso colectivo. Necesitamos un cambio a fondo para liberar al trabajador de la miseria, la ignorancia y la explotación; para poner la enseñanza, la técnica y la ciencia al alcance del pueblo: para que el obrero tenga trabajo permanente y sus hijos amparo y protección. Venezuela, en fin, necesita un cambio profundo para que los derechos democráticos del pueblo no sean letra muerta en el texto de las leyes; para que la libertad exista y la justicia impere; para que el derecho a la educación, al trabajo, a la salud y al bienestar sean verdaderos derechos para las mayorías populares y no privilegios de escasas minorías. Pero nada de esto podrá lograrse en un país sub-desarrollado y dependiente, como el nuestro, sino a través de la acción revolucionaria que concluya con la conquista del Poder Político por parte del pueblo. De otra manera, tanto los instrumentos de poder, como los medios de riqueza, continuarán en manos de los monopolios internacionales y de las castas oligárquicas del país, con la consiguiente explotación de los trabajadores, la proliferación del hambre y la miseria y el abandono permanente del pueblo. Esta situación precisa una transformación estructural que cambie el sistema formalista de la democracia por la efectiva realización de la misma: es decir, que arrase con todo lo podrido, con todo lo injusto, con todo lo indigno de nuestra sociedad y en su lugar erija una nueva vida de justicia y libertades.
A estas alturas de la historia, cuando un vendaval de renovación sacude al mundo, los venezolanos no podemos permanecer aferrados a una vida política, sin perspectivas de futuro y que mantiene al país sumergido en el subdesarrollo económico, en el atraso crónico y al pueblo, doblegado bajo el peso constante de la miseria y la ignorancia y el hambre. Venezuela es un país privilegiado por la naturaleza. Las entrañas de su tierra están pobladas de riqueza y sobre la superficie crecen montañas de dinero. Pero estas riquezas y este dinero sólo van a parar a los bolsillos de los grandes tiburones de la política nacional e internacional, mientras que el pueblo, dueño de ellas, se debate entre la angustia de no poseer nada y el dolor de su precaria situación económica. Este país, donde se produce tres millones de barriles de petróleo diariamente y más de veinte millones de toneladas de hierro cada año, donde las empresas extranjeras que lo explotan acusan utilidades que sobrepasan los mil quinientos millones de bolívares anuales, vive un drama terrible con centenares de miles de obreros sin trabajo, con centenares de miles de campesinos sin tierra, con centenares de miles de niños abandonados y sin escuelas, con centenares de miles de analfabetos, con legiones de indigentes que escarban en los desperdicios en busca de alimentos y centenares de miles de hombres y mujeres sin techo que se arrastran hacinados en ranchos insalubres, sin la menor protección social, sanitaria o económica. Este país que es el más rico de toda la América Latina, muestra ante los ojos angustiados de su gente, un panorama de males y penurias que se ahonda en la existencia misma de grandes contradicciones: mientras unos lo tienen todo, comodidades, lujos, placeres y bonanza; otros nada poseen, ni nada les espera, a no ser la muerte en la más completa pobreza. Mientras unos tienen en bancos y cajas fuertes millones de bolívares, otros carecen de recursos más elementales de la vida humana. Mientras unos pueden mandar a sus hijos a los mejores colegios, otros tienen que resignarse a ver a los suyos crecer en la ignorancia. Mientras unos viven como parásitos, sin trabajar ni producir, otros no encuentran donde colocar su fuerza de trabajo. Mientras unos ven a sus mujeres dar a luz en clínicas lujosas, otros, los más, tienen que conformarse con verlas parir como animales en sus ranchos inmundos.
Este es el drama, la horrible tragedia de nuestro país y nuestro pueblo. Buscarle remedio es responsabilidad de los venezolanos progresistas, encontrarle solución es deber irrenunciable. Pero no debemos detenernos en aplicar los consabidos “paños calientes” que sólo postergan la enfermedad, sino que hemos de ir a su misma raíz para extirpar, como el buen cirujano, los orígenes del mal. Ya el pueblo venezolano está cansado de promesas que no pueden cumplirse y está ya decepcionado de una democracia que no llega, pero que a nombre de la cual se le maltrata, se le persigue y se le engaña.
Ningún movimiento político ha negado hasta ahora estas realidades; pero lo que es realidad y convicción para algunos, es demagogia y politiquería para otros. Esto se ha venido demostrando, al menos, en nuestra accidentada historia, en nuestro proceso republicano. Una cosa ha sido la prédica política fuera del poder y otra, muy distinta, acción de gobernantes. Y a cada paso, salta a la vista cómo el pueblo, las mayorías hambrientas, miserables y desamparadas, no han sido más que infeliz escalera cuyos peldaños trepan ambiciosos y carreristas. Todo hasta ahora ha sido engaño, mentira, farsa vergonzosa que compromete responsabilidades y escarnece principios. La democracia no ha sido otra cosa que medio para ese engaño, para esa mentira, para esa farsa vergonzosa. A través de la prédica insinceras de sus postulados y noblezas se ha oprimido, se ha vejado, se ha explotado al pueblo. La democracia que defienden quienes oprimen y roban en su nombre, ha servido solo como escudo para la ignominia, la podredumbre, la corrupción y la desvergüenza de quienes sirven intereses extraños y de quienes entienden la democracia como instrumentos de apetitos subalternos. Consecuencia de esto es el papel que en nuestro país están jugando instituciones democráticas como el Parlamento, son esencia misma de la soberanía popular.
Yo sé que muchos de ustedes, colegas Diputados, creen de buena fe que lo que está ocurriendo hoy en nuestro Parlamento – el poder más importante de la democracia representativa – es producto de la poca experiencia democrática que tenemos los venezolanos o simplemente resultados de contradicciones circunstanciales que pueden ser superadas con un cambio sencillo en el tren gubernamental. Y que aquí podría resolverse el ingente problema nacional: conquistar la independencia del país y crear bases perdurables para el bienestar colectivo, a través de la lucha cívica, o lo que es lo mismo, en el tránsito pacífico de las propias instituciones. A mi juicio, quienes así piensan, o están equivocados honestamente, o lo que es más grave: ocultan su propia cobardía. O temen que la Revolución los arrase o jueguen a la demagogia para satisfacer ambiciones egoístas. O no han logrado comprender la naturaleza y carácter de las fuerzas reaccionarias que tradicionalmente han impuesto la opresión, el escarnio y la humillación al pueblo venezolano, o quieren disfrazar sus verdaderas intenciones.
Este pueblo que ofrece sangre y vida por la libertad, creyó igual que muchos de ustedes en una solución pacífica del problema venezolano. Yo mismo y conmigo quienes intervinieron en el gran movimiento de la Junta Patriótica, creímos de buena fe, sinceramente, que con el derrocamiento del tirano y el retorno a la Patria de todos sus hijos perseguidos, podría lograrse un entendimiento general unitario, venezonalista, que trabajara por el engrandecimiento de la país, por la dignidad de los venezolanos, por la independencia misma de la Nación. Esta ilusión de jóvenes ingenuos, de políticos sin malicia, todos buena fe y buena voluntad, se derrumbó bajo el peso del egoísmo y las ambiciones de otro. El 23 de enero, lo confieso a manera de autocrítica creadora, nada ocurrió en Venezuela, a no ser el simple cambio de unos hombres por otros al frente de los destinos públicos. Nada se hizo para erradicar los privilegios ni las injusticias. Quienes ocuparon el Poder, con excepciones honrosas, claro está, nada hicieron para liberarnos de las coyundas imperialistas, de la dominación feudal, de la opresión oligárquica. Por el contrario, sirvieron como instrumento a aquellos intereses que gravitan en forma negativa sobre el cuerpo desfalleciente de la Patria. Pero, al menos, crearon un clima de libertad, de respeto, de convivencia entre los venezolanos, ausente hoy de la vida nacional. Todo lo demás es producto de cuestiones más profundas que penetra en la razón misma de un sistema político creado por el engaño y la mentira. Y es que era de ingenuo o de iluso pensar que con el sólo derrocamiento del tirano y el retorno a la vida institucional, con poderes elegidos, se había logrado la solución de nuestros problemas. Nosotros creímos, de muy buena fe, lo repito, que las diferencias transitorias podrían ponerse a un lado para sentarse todos a trabajar por la Patria, para que cesaran los viejos odios, las rencillas parroquianas y cada uno pensara más en el progreso del país que en sus intereses personales. Nosotros creímos que el patriotismo estaba por encima de banderías y de grupos. Pero lo primero que algunos hicieron de regreso al país, fue atentar contra la Junta Patriótica, contra sus miembros fundadores, que en la resistencia habían sabido trazar una línea política justa que culminó con la victoria popular. Mas, ahora estamos convencidos que todo lo ocurrido, que el nuevo fracaso, no fue sino el resultado de las grandes contradicciones económicas y sociales que se agitan en nuestra sociedad, que pugnan dentro de un sistema político como el nuestro. No podía esperarse otra cosa sino se había hecho otra cosa que cambiar los hombres del gobierno. El 23 de enero hubo solo esto: un cambio de nombres. La oligarquía explotadora, los servidores del imperialismo buscaron acomodo inmediato en el nuevo gobierno. El poder político había quedado en manos de los mismos intereses y los instrumentos de ese poder seguían bajo la responsabilidad de las mismas clases. Así hemos seguido, pero esto no podrá continuar por mucho tiempo. Ya el pueblo de Venezuela como todos los pueblos oprimidos del mundo, se ha dado cuenta de las causas que originan sus males. Y todos estos pueblos se han planteado la histórica tarea de la liberación económica y política, para emprender el desarrollo independiente que ha de cristalizar en progreso, en bienestar, en felicidad para los humildes. Un ejemplo de la victoria popular hay ya resplandeciendo en América Latina: La Revolución Cubana. Este hecho ha contribuido enormemente a esclarecer el panorama futuro de nuestros pueblos, a despertar a las masas dormidas, a abrirle los ojos a los engañados y a galvanizar la conciencia revolucionaria y antiimperialista que se agiganta en la fibra más honda de nuestro patriotismo, de nuestro sentimiento nacionalista.
No obstante las realidades objetivas, las experiencias propias y extrañas, el pueblo venezolano, amante siempre de la paz ha querido resolver sus problemas a través del camino cívico. Y a pensar de todos los contratiempos, se hizo grandes ilusiones al cambiar la correlación de fuerzas en el seno del Congreso Nacional. Nuestro pueblo creyó que el control de la oposición sobre la Cámara de Diputados y sobre el Poder Legislativo, abría de veras nuevas perspectivas para erradicar la violencia y pacificar el país. Pero ya esas ilusiones han sufrido fuertes golpes y definitivamente se han venido abajo, frente a las indefensión del Parlamento ante un Ejecutivo prepotente y arbitrario. Dos meses hace que esta Cámara de Diputados, en medio del tácito regocijo popular, aprobó radiodifundir algunas de sus sesiones y todavía esta resolución no ha podido ser cumplida. Hace igualmente dos meses que el Congreso Nacional, en uso de sus atribuciones y facultades constitucionales, decretó la restitución de las garantías que por más de un año estuvieron suspendidas; pero a pesar del Decreto del Poder Legislativo, se continúan allanando hogares, apresando ciudadanos sin delitos. Y al amparo de un decreto pérezjimenista que el pueblo derogo el 23 de Enero se prohíbe a la Unión Nacional de Mujeres un acto en el Palacio de los Deportes de Caracas para hablar sobre la devaluación del bolívar y su incidencia en el ya alto costo de la vida; al amparo de ese mismo decreto, el gobierno de Betancourt prohíbe a los trabajadores, a las clases obrera revolucionaria celebrar el 1° de Mayo, Día Internacional del Trabajo. Y por si ello fuera poco, los agentes de la represión oficial, sus bandas armadas, arremetieron contra obreros indefensos que desafiando el terror salieron a la calle para conmemorar su día con su dignidad. Algunos muertos y numerosos heridos – sangre del pueblo – fueron el balance del 1° de Mayo en todo el país. Pero estos no son hechos aislados de la arbitrariedad transitoria, sino norma y razón de ser de un gobierno al margen de la ley, que no respeta la Constitución, ni respeta el Congreso, ni respeta nada. En El Tigre, en Punto Fijo, en Valencia, en toda la extensa latitud venezolana se dispara contra trabajadores indefensos que expresa su libre voluntad dentro del movimiento sindical. Y frente a los Liceos, estudiantes de todas las edades bautizan con su sangre promisoria el regreso “a la normalidad constitucionalidad”. Y es que el Ejecutivo no respeta las decisiones del Congreso, sino sus aspectos meramente formales.
¿Pero no es el Poder Legislativo el más importante, el poder fundamental de la constitucionalidad? ¿No es el Parlamento elegido por el pueblo, la esencia misma de la soberanía popular? Todo ello es cierto, más dentro de un sistema político como el que vivimos los venezolanos, el Poder Legislativo opera normalmente cuando su mayoría sirve a los mismos intereses del Poder Ejecutivo y responde a la misma composición de éste. Cuando se opera en fenómeno contrario, es decir, que la oposición controla el Parlamento, entonces frente a él se levanta la muralla de la amenaza, del irrespeto y el atropello. Se atropella al Parlamento y a su misma dignidad, cuando se burla el convenio de caballeros celebrado entre el Presidente de la República y la Directiva de la Cámara de Diputados para resolver el angustioso problema de la huelga de hambre de los presos políticos. Se atropella al Parlamento cuando el ministro de Relaciones Interiores, niega los canales de la Radio Difusora Nacional – utilizada por el Ejecutivo cuando le viene en gana – para transmitir las sesiones de la Cámara de Diputados. Y pendiente está la amenaza de engavetar el Proyecto de reglamentación de las garantías que apruebe la oposición en Diputados, si aquél no responde a los arranques fascistas, a las características tiránicas, a la esencia despótica de la Vieja Guardia y COPEI. ¿Entonces cómo contar con el Parlamento para la Revolución que nuestro pueblo tiene planteada? ¿Es que podrá la Cámara de Diputados o el Congreso garantizar el cumplimiento de leyes progresistas y patrióticas, sino ha podido radiotransmitir una sola de sus sesiones y no ha podido impedir los atropellos, vejaciones y persecuciones, a pesar de haber restituido las libertades públicas? ¿Podrá garantizar este Congreso la aprobación y aplicación de una Ley contra los monopolios que saquean nuestras riquezas? ¿Podrá este Congreso ejecutar y hacer ejecutar una reforma amplia en el sistema económico y social de la República? Ya se ha evidenciado, señores Diputados, que ello es imposible mientras no haya un cambio a fondo en el sistema político venezolano. Un análisis detenido de esta situación, de la impotencia en que estamos para hallar una solución pacífica al problema nacional; un estudio de cómo el gobierno ha tomado el atajo de la ilegalidad, irrespetando la Constitución y atropellando las instituciones democráticas, de cómo la democracia en nuestro país es solo una farsa, una mentira, para encubrir la opresión, el crimen y la arbitrariedad; de ver cómo la libertad no existe para el pueblo, ni la justicia impera para el pueblo; el ver cómo los periodistas son encarcelados a pasar de la vigencia de la libertad de expresión; una consideración general de este panorama de corrupción, de este ambiente de persecución, de esta vida de angustia; un examen de la situación que nos deja el Parlamento burlado, la soberanía mediatizada, el pueblo humillado, la dignidad perdida y las riquezas hipotecadas, me han llevado a la conclusión, como a muchos otros venezolanos, que aquí se necesita un cambio radical una transformación verdadera que convierta nuestro país en Nación libre, próspera y digna.
Consecuencia de esta firme convicción, resultado de ese análisis, es la decisión que he tomado de combatir con las armas en la mano, como lo hace el pueblo cuando quiere conquistar la libertad, y buscar en la acción revolucionaria la solución de nuestros grandes problemas, y lograr para el pueblo una vida nueva, distinta a la precaria existencia que ha llevado durante siglo y medio de República injusta. Esta decisión me honra y compromete, a la par que me satisface. Igual camino han tomado en épocas y países distinto los más notables hombres de la humanidad. Igual decisión tuvieron que tomar nuestros Libertadores frente a una Patria colonizada, frente a un pueblo esclavizado. Ellos, los forjadores de nuestra nacionalidad, nos trazaron el camino y nosotros hemos de continuarlo con iguales, sacrificios, con los mismos riesgos y la misma fe, para despedazar las nuevas cadenas del dominio extranjero y garantizar la plena independencia nacional
Esta es nuestra decisión, este nuestro camino. Vamos a las armas con fe, con alegría, como quien va al reencuentro de la Patria preferida. Sabemos que con nosotros está el pueblo, el mismo que en todas las épocas memorables ha dicho presente ante todo lo noble, ante todo lo bueno, ante todo lo justo.
Nuestra decisión de incorporarnos a los estudiantes, obreros y campesinos que hacen la guerra de guerrillas en Falcón, Portuguesa, Mérida, Zulia, Yaracuy, obligados por la brutal represión del gobierno que amenaza con la muerte, la tortura y la cárcel a quienes se oponen a sus designios, obedece a la firme convicción de que la política de las camarillas que ejercen hoy el Poder no muestran ningún ánimo para dar soluciones a la crisis política venezolana a través del dialogo y la senda electoral. Toda la maquinaria oficialista ha sido desde ya colocada al servicio de los grupos exclusivos que forman la intimidad del actual Presidente y sin espíritu de servicio a la Patria y al Pueblo, tales grupos han privado a los venezolanos de sus más elementales derechos y desde ahora preparan el fraude que les permite perpetuarse en el Poder, a usanza de todos los gobiernos despóticos que el país ha padecido.
Esperar que esta burla sangrienta se consagre sin mengua de la propia dignidad, no sólo es cobardía, es alentar falsas ilusiones cuyas consecuencia serían fatales para nuestro desarrollo democrático. Ya el grupo que gobierna ha demostrado hasta la saciedad que sólo conoce el método de la violencia, el camino de la ilegalidad. Frente a su soberbia, no cabe otra actitud para aceptar al reto y disponerse a combatirlo con sus mismos métodos, para que los venezolanos puedan, libres del Gobierno de Betancourt, libres de sus odios e intrigas, de su corrupción e incapacidad, de su politiquería y pequeñez moral, de su sectarismo y maldad, darnos un gobierno verdaderamente nacional, respetuoso de la ley democrática, fiel servidor del pueblo y leal a la independencia y soberanía nacionales.
Hacemos armas contra la violencia, la represión, las torturas, el peculado. Tomamos las armas contra las depravaciones y la traición. No lo hacemos por romántica concepción de la lucha ni sometidos a otra decisión que a la nuestra, sólo comprometida con Venezuela. No hacemos la guerra contra las Fuerzas Armadas, en su conjunto, en cuyo senos nos consta por experiencia personal y por la acción conjunta que libramos en Enero del 58, se han formado Oficiales cuya única ambición es también la nuestra: ser útiles a la Patria y servir a su grandeza y soberanía. Y porque la inmensa mayoría de los clases y soldados pertenecen a las clases humildes, a las familias sin pan, ni tierra, ni libertad. Y si algunas de sus jerarquías han sido colocadas como ciego e incondicional instrumento personalista del grupo de Rómulo Betancourt, ello no puede ocultarnos que más temprano que tarde civiles y militares nos encontraremos juntos en un mismo propósito fraternal y patriótico. Evidencia de esta afirmación es la reciente “Sublevación de Carúpano” y “la heroica acción de Puerto Cabello”, donde Oficiales de limpia trayectoria como Jesús Molina Villegas, Pedro Medina Silva y Manuel Ponte Rodríguez supieron dar un paso al frente de la historia, antes de vivir en la ignominia. Allí se demostró como en el seno de las Fuerzas Armadas hay hombres que sienten la Patria en su exacta dimensión y que inspirados en las lecciones de Bolívar, siguen su ejemplo de valor, de nobleza y patriotismo y como este Gobierno llega hasta el bombardeo de ciudades abiertas, al genocidio, para tratar de conservar una situación ya insostenible. El comino trillado por ellos habremos de continuarlo para que al salir de la prisión gloriosa, los Oficiales, clases, soldados y civiles de la heroica acción de Carúpano y Puerto Cabello, puedan vivir dentro de una Patria nueva, como la que hemos soñado todos y por la cual ellos combatieron. No hacemos las armas contra el Ejército, la hacemos contra quienes sirven a los monopolios extranjeros causantes de nuestra pobreza; hacemos la guerra, contra los asesinos de estudiantes, de obreros, de campesinos; hacemos la guerra contra los que roban y comercian a nombre de una democracia falsa; hacemos la guerra contra los que siembran el hambre, la angustia y el dolor en la familia venezolana; hacemos la guerra contra una vida de corrupción, de odios y de intrigas; en fin, hacemos la guerra para que la aurora de la libertad y la justicia resplandezca en el horizonte de la Patria.
El gobierno ha querido que esta lucha sea así. Ni nosotros ni nadie puede esperar que ella pueda decidirse a corto plazo. Hemos emprendido una acción dirigida a barrer con la injusticias, la traición y la corrupción en nuestra sociedad, una acción que sólo puede triunfar si se forja poderosa en un movimiento nacional de amplitud popular, civil y militar a todo lo largo y ancho del país, del cual somos apenas un pequeño engranaje. La lucha será prolongada, llena de riesgo y sacrificios. Pero la victoria no podrá rehusarse a quienes se dan a esa lucha haciendo descansar sus ideales en el pueblo y su sacrificio en una causa nacional y democrática; a quienes sólo tienen como ambición, servir a la Patria escarnecida. Y si algo faltara para justificar mi actitud, ahí está el asalto fascista a los diarios “La Tarde” y “Clarín”, voceros insobornables del pueblo, en la destrucción de cuyas máquinas está el gobierno retratado de frente. Pero además me alienta las palabras pronunciadas en esta Cámara por el Diputado de Acción Democrática, doctor Elpidio La Riva Mata, en las cuales traduce el clamor de nuestro pueblo, al expresar valientemente:
“El gobierno no quiere guerrillas, pero tampoco quiere prensa libre, mitins, manifestaciones ni ejercicio cabal de las libertades públicas; por eso sus bandas armadas realizan salvajes actos como el efectuado el sábado en las oficinas y talleres de “Clarín” y “La Tarde”. El actual gobierno está incapacitado para regir democráticamente los destinos del país. En este sentido, la perspectiva electoral es bastante oscura. ¿Pueden los sectores de oposición contemplar con optimismo hechos como este que liquidan las vías pacíficas de la contienda política?”
Para agregar después:
“Todo el cuerpo de la Constitución y todas las manifestaciones de la constitucionalidad están acribillados por los hechos de este Gobierno…”.
Y me alienta, igualmente, el pensamiento del Senador José Octavio Jiménez, cuando dice:
“Tengo varios hijos y prefiero verlos morir en el combate guerrillero, antes que caer asesinados en las calles por las bandas armadas de este Gobierno…”.
Y me enorgullecen los planteamientos del compañero José Vicente Rangel, que a nombre de mi partido “Unión Republicana Democrática”, expreso la voz y sentimiento de toda su militancia y que yo interpreto como un mandato inexorable.
Pero aún hay algo más que por sí solo bastaría para evidenciar lo justo del camino tomado. Ello es, la amenaza que pende sobre nuestra Cámara so-pretexto de erradicar el “extremismo”. Este golpe mortal para la democracia, está ya casi consumado y es posible que sea practicado en pocos días. Las maniobras que se adelantan para llevarlo a cabo, no importan, lo real es que su independencia y su dignidad será acribillada por la soberbia ejecutivista. Ya sea encarcelando a Diputados para cambiar la correlación de fuerza en ella existente; ya sea dejando al Poder Legislativo sin su representación legal como la Comisión Delegada; ya sea por el boicot constante y cada vez más agresivo; lo cierto es que el Ejecutivo, en otro de sus arranques despóticos, ahogará y estrangulará a la Cámara de Diputados, ahora cubierta de dignidad.
La defensa del Parlamento independiente corresponde a todos y la defensa de la Constitución es un deber irrenunciable. Por ello cuando hacemos armas contra este gobierno, las hacemos por la restitución constitucionalidad democrática, por la Cámara de Diputados escarnecida y atropellada, por la independencia de los poderes públicos, por la democracia y la justicia.
Convoque, pues, señor Presidente, al suplente respectivo porque yo he salido a cumplir el juramento que hice ante ustedes de defender la Constitución y leyes del país. Si muero, no importa, otros vendrán detrás que recogerán nuestro fusil y nuestra bandera para continuar con dignidad, lo que es ideal y deber de todo nuestro pueblo.
Abajo las cadenas!!! Muera la opresión!!!
Por la Patria y por el Pueblo!!!
Viva la Revolución!!¡
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