La revolución bolivariana como dinámica histórica y proceso social, se
desarrolla frente a múltiples retos y amenazas. Se desenvuelve en el
contexto del sistema de organización social capitalista en su variante
rentista, comprende un entramado de componentes de orden económico,
político y sociocultural. En este último ítem, yace la comunicación.
Esta es expresión de la cultura, entendiéndose esta como la totalidad en
códigos, símbolos y formas, de nuestro imaginario, nuestra percepción
del mundo y de las cosas.
En la comunicación yace la reproducción cultural y como diría Habermas,
más allá de ser resumen de un entramado de signos y significados, es en
esencia expresión de la interacción social. La comunicación es resumen
de la sociedad y la sociedad es a su vez es resultado de la
comunicación. En el marco del proceso histórico emprendido desde el
chavismo como fuerza política y social en Venezuela, el tema
comunicacional ha tenido muchas variables, muchas aristas y bastantes
conjugaciones. Al referirnos a la “comunicación chavista”, resumimos
todas las expresiones del amplio espectro comunicacional que va desde
los medios oficiales hasta las expresiones de la comunicación popular,
el entramado de códigos, símbolos y recursos de lenguaje que se han
posicionado al calor de la comunicación política y de la propia dinámica
social marcada por la diatriba, por la identidad de clase, por la
subjetividad chavista, frente a todos los códigos del antagonismo
antichavista.
Pero varias reflexiones se ciernen sobre esta realidad: ¿Por qué la
comunicación chavista no termina de cuajar y luce comparativamente débil
frente al andamiaje antichavista? ¿Por qué luce desperdigada frente al
sólido bloque de la comunicación contrarevolucionaria? ¿Por qué incluso
contando con ingentes recursos de diversa índole, la comunicación
chavista sigue luciendo cuantitativa y cualitativamente en desventaja
frente a los factores de la comunicación antichavista? ¿Hemos logrado
amalgamar y cohesionar el discurso con propósitos tácticos y
estratégicos de manera pertinente? ¿Significa la ausencia física del
Comandante Chávez una dificultad para posicionar el lenguaje, el
discurso y la subjetividad chavista en tiempos políticamente adversos?
¿A qué se debe la dispersión y los pobres niveles de pertinencia y
asertividad que son apreciables en el hecho comunicacional chavista?
La cuestión del método
Hablando de la comunicación como proceso social, precisamente por estar
sujeta a las leyes elementales de los procesos sociales esta se ha
configurado alrededor de la subjetividad del chavismo, surge a la par de
nuestra realidad política, y en gran medida el mismo Chávez la marcó,
la orientó. Otros recursos y formas se han incorporado a ese tejido y
progresivamente esta ha evolucionado acorde a las etapas, los momentos,
las coyunturas. Casi siempre de manera reactiva y a veces siguiendo el
compás impuesto por la contra, la comunicación chavista navega en un
conjunto de adversidades que han podido estar originadas en la ausencia
persistente de un método científico, que garantice el desarrollo de una
política coherente de gestión comunicacional.
Veamos: La gestión comunicacional no se basa sólo en la gestión de
recursos para comunicar, ni cosas que decir. Se basa en el desarrollo de
un constructo polivalente para imponer códigos, lenguaje, ideas-símbolo
y matrices, y más allá de ello, se basa en construir un entramado
cultural. Allí está la debilidad fundamental de la comunicación
chavista, enmarcada en su propia dinámica histórica. Vivimos tiempos de
crisis sistémica, a 17 años de chavismo estamos en plena coyuntura de
crisis orgánica, como nuestra sociedad capitalista no termina de morir,
la sociedad socialista no termina de nacer, en consecuencia, los códigos
y expresiones del imaginario capitalista de la comunicación no terminan
de morir y la culturalidad y la subjetividad de amplio espectro del
imaginario chavista no terminan de posicionarse en la sociedad de manera
profunda. La debilidad que impide el salto (al menos en el hecho
comunicativo-sociocultural) está en la falta de reconocimiento de este
proceso histórico, lo cual infiere que el problema es de método.
Es decir, la comunicación chavista se ha desarrollado de manera
espontánea. Planificada espasmódicamente, pensada por partes, pero casi
siempre desarrollada de manera desperdigada, está caracterizada por
niveles de dispersión enormes que se agravaron incluso luego de la
partida física de Chávez, quien por cualidades innatas y por el auge de
medios públicos y comunitarios, centralizó la atención, posicionó el
lenguaje, desarrolló los códigos y dio parto desde su propia presencia a
un discurso envolvente. Dada la ausencia perenne de método y ahora por
la ausencia de Chávez, el vacío es considerado por muchos como notable.
Aclaremos. Hablar de ausencia de método no es hablar de ausencia de
metodologías, uso de herramientas, uso de recursos y empleo de
estategias, pues estas existen y están en pleno desarrollo
multifactorialmente desde el chavismo. Es decir, los medios públicos
están en labor permanente, los medios sociales comunitarios también, hay
medios alternativos, hay individualidades comunicando, en fin, hay
formas de hacer las cosas en curso. Al hablar de la ausencia de método,
nos referimos a la ausencia de una sola estructura que centralice,
diagnostique, diseñe y desarrolle, los procesos inherentes a la gestión
comunicativa desde una perspectiva científica, polivalente, analítica y
políticamente pertinente.
Dicho de otra manera: a los fines de eficientar el empleo de recursos
disponibles hoy en el actual andamiaje de la comunicación chavista, lo
que hay que afinar es el tino, “es decir, la puntería”, en palabras de
Alí Primera. La comunicación tiene que pensarse y desarrollarse de
manera más rigurosa. Es multifactorial, la componen muchos actores, debe
basarse en el análisis de entorno, en la visualización y previsión de
coyunturas, debe ser participativa, debe ser rigurosamente analítica,
transdisciplinar, debe pensarse semiológicamente y basarse en el
análisis de discurso, debe diseñarse diagnosticando la realidad, deben
delimitarse sus alcances, debe ser sistémica. Entre muchas otras cosas.
Hablemos de redes sociales y nuevas tecnologías de las comunicaciones.
¿Qué tal nos vendría desarrollar una experiencia piloto de comunicación
sistémica en redes sociales y nuevas tecnologías? Asumamos que estamos
en el preámbulo de nuevos tiempos, donde tendrá lugar un desplazamiento
de los viejos recursos de la comunicación de masas. Al día de hoy
internet marca la pauta en acceso a todo tipo de información, cada vez
más consumidores de la red reciben datos desde ella, retroalimentándola
al mismo tiempo. Es esa la enorme distancia que hay entre nuestra
cibersociedad a la del Homo Videns, o la sociedad radio receptora, o
teledirigida por TV como la llamaba Giovanni Sartori.
Es decir, las nuevas tecnologías de la comunicación e información
(TIC´s) marcan la pauta y en ellas yacen las redes sociales. El
sociólogo Manuel Castells las define como “redes electrónicas
autodefinidas de comunicación interactiva, organizadas en torno a un
interés o propósito compartido, aunque a veces la comunicación se
convierte en sí misma en la meta”. Para David Caldevilla “las Redes son
formas de interacción social, definida como un intercambio dinámico
entre personas, grupos e instituciones en contextos de complejidad. Un
sistema abierto y en construcción permanente que involucra a conjuntos
que se identifican en las mismas necesidades y problemáticas y que se
organizan para potenciar sus recursos”.
Esas definiciones pueden ser un tanto ingenuas. Hay quienes afirman que
aunque la acción comunicativa de las redes tiene mucho de espontaniedad,
no es tal cosa. Jurgen Habermas ha señalado que: “Internet genera una
fuerza centrífuga. Libera una ola anárquica de circuitos de comunicación
altamente fragmentados que raramente se solapan. Por supuesto, la
naturaleza espontánea e igualitaria de la comunicación ilimitada puede
tener efectos subversivos bajo regímenes autoritarios. Pero la propia
red no produce esferas públicas. Su estructura no es apropiada para
centrar la atención de un público disperso de ciudadanos que se forman
opiniones simultáneamente sobre los mismos temas y las contribuciones
que han sido estudiadas y filtradas por los expertos”.
La afirmación de Habermas se basa en que internet y las redes sociales
distan mucho de la espontaneidad aunque la tengan. Hablamos de
comunidades agrupadas por temas, que ya han sido definidos, estudiados y
filtrados por laboratorios enmarcados en actos articulados de manejo de
la masa de usuarios. Es decir, aunque en las redes la gente reciba
información, interactúe y retroalimente, su comportamiento aparentemente
espontaneo está ya enmarcado en temas diseñados y posicionados por
actores y situaciones claves.
Cada vez es más importante el lugar que toman las redes sociales y las
TIC´s en el constructo de nuestro hecho comunicativo. Cada vez
posicionan más información, más códigos. Cada vez imponen más sus
símbolos. He ahí que la sinergia del hecho comunicativo en redes viene a
tener una ponderación más importante en nuestra subjetividad, comienzan
a influir en nosotros y a desarrollar una interculturalidad profunda.
Los grupos etareos más jóvenes son cada vez más influidos por las redes.
La situación de la comunicación chavista en las redes y TIC´s, con sus
propias aristas, se parece a la situación de la comunicación chavista en
otros ámbitos como la TV o la prensa escrita. El chavismo lidia contra
cañones enormes, plataformas, actores y usuarios bien posicionados del
antichavismo. Pero cierto es también que los niveles de desventaja no
son tan grandes y la situación no es desalentadora.
Ciberpolítica 2.0 y tecnopolítica
Antoni Gutierrez-Rubi define la política 2.0 como “hacer política a
través de redes sociales, pero a través de una estrategia, se debe
vincular al internet con la gente y se debe diseñar formas de llegar a
la gente y generar opinión pública”. Este concepto dista mucho, no
debemos confundirlo con el de “gobierno electrónico” o el de
“e-política” que podrían considerarse aquellas estrategias de gestión
pública que se desarrollan a través de Internet. Como personalizando en
redes el contacto con la gente “La política 2.0, está relacionada con la
aplicación de blogs y redes sociales al mundo político, es la
herramienta que promueve y sustenta la participación e interacción entre
votantes y políticos. Con esta aplicación a la política, los votantes
opinan y son escuchados.”
Ahora bien, más allá de una conjugación lineal entre funcionarios y
público, en Venezuela la política en redes está signada por un sinnúmero
de usuarios que no representan un cargo público y que interactuando,
posicionan matrices, establecen formas de opinión y aglutinan y
segmentan grupos de interés. Lo que indica que el concepto elemental de
política 2.0 es insuficiente para definir el entramado de la política
digital venezolana, que va mucho más allá de actores-funcionarios e
instituciones, frente a un electorado. El estudio de la cuestión de
redes en Venezuela debe ser de amplia gama, es decir, tecnopolítico.
Debe reconocer multifactorialmente las realidades del hecho comunicativo
en estas plataformas y así conjugar la oportunidad, la pertinencia y
los recursos, en base a formas participativas de desarrollo de la
gestión comunicacional en redes y TIC´s.
La propuesta “Entreverao-Tecnopolítica”
Esta es una propuesta de método para cohesionar una estrategia nacional
de gestión comunicacional en redes. Es un plan estratégico de
comunicación sistémica. Es decir, una propuesta formulada en base a la
necesidad de construir colectivamente un método sistémico y
tecnopolítico que permita eficientar el uso de recursos actuales,
responder pertinentemente a los temas y situaciones-amenaza en redes,
posicionar lenguaje, posicionar discurso, posicionar símbolos y en
definitiva, propiciar la profundización de la subjetividad chavista,
pues toda lucha en el plano de la comunicación es una lucha por la
cultura, por la subjetividad.
La propuesta es simple: Se basa en la creación de un comando nacional
intersectorial que centralice, diagnostique, analice y oriente, de
manera polivalente (en varios niveles y en diversidad de situaciones),
la labor del entramado comunicacional en redes y TIC´s de las fuerzas
revolucionarias venezolanas (oficiales y no oficiales) en articulación
con aquellas fuerzas y actores aliados en la red global y que estén
fuera de nuestras fronteras. Tal espacio tecnopolítico debe imponer el
empleo de la rigurosidad científica, el empleo de la semiología, la
cuantificación de usuarios, la focalización en el uso de estrategias y
la orientación de recursos, actores y comunidades de usuarios en favor
de temas, principios, informaciones y elementos de discurso que deban
posicionarse en amplio espectro en las redes y espacios de comunicación
digital.
Dicho de otra manera, hay que superar la lógica de las etiquetas como
fin y no como instrumentos de posicionamiento. Hay que superar la
dispersión de los múltiples actores en redes. Hay que superar la
imposición del sólo discurso oficial-institucional en redes. Hay que
superar la lógica de la informalidad y reconocer los peligros de actores
posicionados empleando su canal de manera impertinente. Hay que superar
los rezagos de la comunicación chavista en espacios digitales para
convertirla en una sinergia transformadora y esto sólo es posible con
direccionalidad y método.
Necesario es construir una propuesta participativa para analizar con
pericia en tiempo real, la comunicación en redes en tiempo real. Para
responder frente al antichavismo en tiempo real. Sólo la
direccionalidad, la cohesión y el método hacen posible tal propósito.
La realidad venezolana evidencia signos del desarrollo de una guerra no
convencional en Venezuela. Hay muchos frentes de asedio abiertos en
simultáneo. En el ámbito de las comunicaciones, tanto en las
tradicionales como en las TIC´s, los ataques de los actores adversos a
la revolución bolivariana han sido muy duros y nos han generado daños
brutales en los últimos dos años. Aunque desde las instancias de
dirección política del chavismo se han creado algunas alternativas para
favorecer el trabajo en ese terreno, los niveles de desinformación
dentro y especialmente fuera del país sobre la coyuntura venezolana son
alarmantes. Es tiempo de diseñar, organizar y consolidar una sola
propuesta de cohesión estratégica y táctica.
Estamos en medio de circunstancias duras, álgidas, de gran intensidad y
de gran calado en el devenir nacional. Pero más grave aún, podríamos
estar en el preludio de circunstancias de mayor conmoción a la
estabilidad nacional, lo cual va a demandar un uso más pertinente de
nuestras plataformas y recursos disponibles en las TIC´s. Debemos asumir
esas coyunturas con oportunidad, con pertinencia, con rigor en el
análisis del entorno y del lenguaje, para así actuar eficazmente en el
terreno, orientando a los actores, a los usuarios, para posicionar temas
y superar la lógica de asumir que debemos exclusivamente defendernos en
la guerra y no ganar la guerra. En tiempos de probable conmoción, las
vías de las nuevas tecnologías serán las más expeditas para comunicar
dentro y fuera del mundo la versión chavista, para eso deben estar
articuladas al unísono todas las formas oficiales y no oficiales. Para
explicarlo en términos más sencillos pero no por eso más amables: Si
asumimos que contra la revolución bolivariana hay ya una guerra de
cuarta generación montada, debemos asumir la dirección de nuestros
recursos, nuestras armas y nuestros combatientes, desde esa premisa.
Esta propuesta naciente parte de la iniciativa del equipo promotor
“Entreverao Tecnopolítica”, pero necesariamente debe ser participativa e
inclusiva de las diversas visiones. Debe ampliarse revolucionariamente,
debe concretarse intersectorialmente desde varias plataformas
gubernamentales y no gubernamentales. Este documento de conocimiento
público es un abreboca de un riguroso trabajo de investigación
realizada, que propone el diseño de una estrategia nacional acorde a la
gestión comunicacional participativa en redes.
Equipo Promotor:
* Cristian Perez O- Coordinador de Forocandanga -Barinas, Trinch3ra Revolucionaria.
* Francisco Vielma -COMUN
*Anais Rodriguez - Colectivo Forocandaga ( @ Forocandanga)
* Oglis Ramos -Analista internacional y articulista.
Colectivos, organizaciones e individualidades que se adhieren al presente documento: Telegram @Entreverao Correo electronico:
EntreveraoTecnopolitico@gmail.com, nirvanassss1@gmail.com,
Colectivo Casa del Costurero -Merida.
Celso Lista. - Movimiento Bolivariano de la Patria Grande
Yamila Castillo- Corporacion Socialista del Cacao Venezolano.
Joaquin Rondon -La Guaratara -Radio y TV ( Barinas)
Juan Carlos N. Hernandez – Medios Libres ( Carabobo)