En Puerto La Cruz, los pueblos del Caribe, espacio conformado por un rosario de islas y parte de tierra firme americana, se inició el martes 26 de Junio de 2005 el recorrido de un «puente», proyecto energético integrador que conduciría a la definitiva liberación de millones de seres, habitantes de una región que durante varios siglos fueron invadidos, esclavizados y ocupados por imperios que los sumieron en la pobreza explotando sus riquezas y sumiendo hasta nuestros días a la mayoría de ellos, en un abismo de pobreza, hambre, ignorancia y enfermedades.
A la ciudad de Puerto La Cruz, estado Anzoátegui, Venezuela, en la costa oriental venezolana, asistieronn por iniciativa e invitación del Presidente Hugo Chávez Frías, los mandatarios, cancilleres y ministros de Energía de una docena de naciones hermanas convocados por el Jefe del Estado, para levantar las bases de Petrocaribe, otro de los ambiciosos planes de su proyecto global, orientado a unir en un solo bloque geopolítico al sub-continente a través del Alba, la Alternativa Bolivariana para las Américas, contrapuesto al anexionista Alca, el Acuerdo de Libre Comercio para las Américas, promovido por los Estados Unidos.
Se trata de un esfuerzo mancomunado, ideado por el líder del proceso revolucionario que adelanta en nuestro país, sustentado en el espíritu de solidaridad hacia los pobres y oprimidos, como lo han sido esos pueblos, sojuzgados a lo largo de los últimos cinco siglos, por imperios como España, Francia, Inglaterra, Holanda y más recientemente los Estados Unidos, que a través de las transnacionales del petróleo e inescrupulosos intermediarios, los asfixian económicamente, vendiéndoles a precios prohibitivos, el energético y sus derivados que requieren para el desarrollo y mejoramiento de su calidad de vida.
En el «Encuentro Energético de Jefes de Estado y/o de Gobierno del Caribe, sobre Petrocaribe», participaron los representantes de Belice, Antigua y Barbados, Bahamas, Dominica, Jamaica, Trinidad y Tobago, St. Vincent y las Granadinas, St. Kitts y Nevis, Surinam, Granada, Cuba y Venezuela, con miras a hacer realidad el proyecto cuya gestación, tuvo lugar luego de prolongadas conversaciones, en Kingston, Jamaica, donde sus representantes acordaron la conformación de la que está llamada a convertirse en la Comunidad Energética Caribeña, clave para el desarrollo económico de una región que durante años ha vivido sujeta a los caprichos y vaivenes de los precios y suministro de combustibles fósiles, que pese a abundar en algunas de las naciones que la conforman, son impuestos de manera obscena por las transnacionales de la energía y sus intermediarios.
Desde que el 29 de junio de 2005, 14 naciones del Caribe suscribieran el Acuerdo de Cooperación Energética, durante el primer Encuentro Energético de Jefes de Estado y de Gobierno del Caribe sobre Petrocaribe, este mecanismo ha fortalecido un nuevo esquema de intercambio favorable, equitativo y justo entre las naciones de la región, para garantizar el acceso regular a los recursos energéticos.
Este acuerdo de cooperación creado por el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, ha cumplido con su principal objetivo: suministrar combustible a los países miembros en condiciones ventajosas de pago a través de créditos blandos y bajas tasas de interés, así como para cancelar una parte de la factura petrolera con alimentos.
En sus primeros 11 años Petrocaribe ha desarrollado una serie de iniciativas para mejorar la calidad de vida de los pueblos que habitan en Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Cuba, Dominica, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y Las Granadinas, Surinam y Venezuela.
Entre estas se encuentra la compensación comercial de 2.781.980 toneladas de productos alimentarios de una porción de la factura petrolera de largo plazo, así como la operatividad de 15 empresas mixtas.
A partir de 2013, el acuerdo del bloque se ha orientado a consolidar la Zona Económica Petrocaribe, creada con la finalidad de incrementar y diversificar el intercambio comercial y productivo entre los países miembros, para estimular el desarrollo económico, social y cultural.
Este proyecto contempla el intercambio en cinco áreas: transporte y comunicaciones, encadenamiento productivo, turismo, comercio e integración social y cultural; con el propósito de ampliar la capacidades productivas de los países miembros, tomando en cuenta sus potencialidades.
A través de la zona económica de Petrocaribe, Venezuela potencia la exportación de productos hacia países que integran ese bloque regional.
Aporte de Israel Quijada.
( periodista )
israquior@gmail.com
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